9 de abril de 2011

I love Liverpool

Hay personas que cuando les comento que me voy de vacaciones a Liverpool, me preguntan qué tengo allí. Creen que tengo un ligue inglés y yo me río. No sé si es que no alcanzan a comprender lo mucho que se puede amar una ciudad que no es la tuya.

Liverpool tiene un poco de todo: gente amable, buena música, buen fútbol, buenos precios, tranquilidad, diversión... pero sobre todo, una capacidad enorme de hacerme desconectar de los problemas internos.

He ido tres veces, dos por Semana Santa y una por fin de año y volvería ahora mismo si tuviera dinero.

Me encanta caminar por sus calles, contemplar el Mersey, pasear por el Albert Dock, reirme y disfrutar de la música en la Cavern, tomarme una pinta en el Brookhouse (siempre y cuando llegues a tiempo), sufrir la comida inglesa, visitar la tienda del Liverpool FC y ver el partido en los bares cercanos a Anfield, escuchar en cada esquina a los Beatles... y coger el tren para hacer una visita fugaz al cercano Manchester, en el que cuando llego, no puedo evitar cantar a Morrissey todo el día.

Y quien no me entienda, que me pregunte qué tiene Liverpool...

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